Empecemos con un ejercicio sencillo ¿cuál es tú recuerdo inmediato cuando escuchas la palabra “disciplina”? Tus respuestas seguramente serán: miedo, culpa, vergüenza, enojo, tristeza, exigencia, todo esto relacionado a un ambiente de violencia.
Por eso es importante hablar de disciplina positiva, porque significa generar consciencia y autocuidado en los adultos para fortalecer vínculos afectivos y respetuosos con sus hijos, y así establecer parámetros de protección que permitan a los niños sentirse seguros y reconocidos.
4 consejos claves que te ayudarán a generar disciplina con amor para tus hijos:
- No cuestionemos el “por qué lo hizo” sino la forma: recuerda que la conducta de los niños está relacionada con su reconocimiento personal, pertenencia y satisfacción de necesidades. Muchas veces su conducta no será la adecuada, pero lo importante es cuestionar sus reacciones no sus motivaciones, para no caer así en la desvalorización de aspectos que para él seguramente son importantes.
- Toma consciencia de la importancia de los límites: establece límites y explica su razón de ser, esto será interpretado como un “te quiero y me importas”.
- Mira los errores como un aprendizaje: los niños pude experimentar las consecuencias lógicas y naturales de una acción pero es trascendental que sea desde una mirada positiva y de crecimiento.
- Mantén la sintonía emocional con tus hijos: atiende y conecta con las emociones que experimentan los niños. Pregunta como están, cómo se sienten, qué puedes hacer por ellos, son formas de fortalecer los vínculos afectivos.
Si educas con disciplina positiva tú generas protección y seguridad, fomentas ya autonomía y favoreces la curiosidad y la aventura.
Eva Peñafiel
Protección Infantil
Aldeas Infantiles SOS Ecuador