Ese día volvimos junto a mi mamá

Somos Estefanía y Wilson, somos de Manabí, nos encanta jugar, ir a la playa y aprender cosas nuevas. Mi hermano y yo estuvimos hace unos meses viviendo en la Aldea de Portoviejo, nos explicaron que era por nuestra seguridad porque habían problemas en casa y era lo mejor para nosotros. Al principio estuvimos muy tristes, pero nos hicimos amigos de muchos niños y poco a poco entendimos que las personas que estaban ahí sólo querían cuidarnos.
 
Wilson extrañaba mucho a mi mamá, y aunque yo también lo hacía trataba de ser fuerte, para que él no tenga miedo. Después de muchos días, nos dieron la mejor noticia del mundo, ¡encontraron a mi mamá! Abracé tanto a mi hermano ese día. 
 
Mi mami nos dijo que vivía ahora en La Maná y que quería que vivamos juntos de nuevo. Empezó a ir a los talleres que hacen las personas de Aldeas, donde les enseñan a las mamás cómo cuidarnos y a hacer los deberes con nosotros, mi mami cada día que nos visitaba nos abrazaba más fuerte y nos decía- pronto estaremos juntos, se los prometo.

En agosto ¡estábamos listos!, ella ya tenía nuestro cuarto esperándonos y nosotros contábamos los días para volver con ella, comer lo que cocina, que nos abrace y nos lleve a la escuela como antes.

El gran día llegó, nos despedimos de todos nuestros amigos, ellos y nuestra educadora nos hicieron una fiesta, comimos el pastel que tanto nos gusta, ahí estaba mi mami y con una sonrisa gigante nos dijo- Les dije que íbamos a volver a estar juntos y está vez nada nos va a separar.
 

Nuestra prioridad es que todos los niños y niñas que se encuentran en nuestro programa de acogimiento regresen con su familia, por supuesto asegurándonos de que sea un entorno protector donde se respeten todos sus derechos y reciban el afecto que requieren y merecen.

 


María Fernanda Quezada
Corresponsal Programa Portoviejo