Por una niñez libre de Violencia
Cuando un niño crece en un entorno violento sufre retraso en su desarrollo y es más propenso a tener enfermedades físicas y mentales. Si las familias son entornos violentos, los niños naturalizan la violencia y se convierten en agresores en la adultez o vuelven a ser víctimas en el futuro.
Por esta razón trabajamos con las familias, apoyándolas para que conserven o restablezcan sus condiciones y habilidades de protección y cuidado. Defendemos el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en familia, una familia segura y protectora, que garantice una niñez libre de violencia.
En el país al menos 4 de cada 10 niños y niñas reciben castigo físico por parte de sus padres[1]. Adicional, cuando se da un caso de abuso sexual infantil tan sólo 1 de cada 10 familias denuncian el hecho.[2]. Y cada semana 40 niñas, entre 10 y 14 años, dan a luz.[3] Estas cifras revelan que existen altos índices de violencia contra la niñez en Ecuador.
Todos tenemos una sola oportunidad de ser niños y niñas, el tiempo corre y ellos no pueden esperar, por eso para que ningún niño o niña se quede atrás, crezca con miedo, sufra maltrato o sienta abandono, alzamos la voz y actuemos por una niñez libre de violencia en el país y el mundo.
[1] Observatorio Social del Ecuador (2018)
[2] Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (2016).
[3] Observatorio Social del Ecuador (2018).